ver morir mis deseos
en cada pequeña dosis de placeres satisfechos
revivir el rumor de un manantial que algunos llaman niñez.
no ha dejado de mover el pincel
sigue jugando con colores calidos
Pero el hombre domesticado por el paso del tiempo
siente por instantes el palpitar de su inocencia
busca el paso extraviado de una infancia agonizante
retorna al paraíso y siente el renacer en el útero
triste inicio de un exilio impreciso.
PRELUDIO 3
florece un recuerdo que se aloja en la niebla
mi memoria disipa su tenue evocación.
Rausán Arenas.
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