martes, 31 de agosto de 2010

Hellman Pardo


HELLMAN PARDO

(Bogotá.1978)

Poeta y ensayista.Ingeniero de profesión. Finalista en 2007 del premio Internacional de Poesía Breve, celebrado en Buenos Aires, Argentina, con el libro La Humanidad de Las Cosas. Colaborador de varios medios escritos, entré los que se encuentra el periódico Ibarra y las revistas La movida literaria y Cinepalabra.

Sus Poesías han sido publicadas por la prestigiosa editorial Común Presencia y en la actualidad dirige un taller literario en la Biblioteca Publica Tunal en donde enseña relato corto y cuento.


LA CALLE

Sin decir nada todo me lo dices.
Dices, por ejemplo:
Soy de roca y sudo a los hombres
en los días sin sombra y las noches sin pájaros.
Nadie llega a ninguna parte;
vuelcan por mis manos ese monóxido de sangre
que les da la vida o quizá la muerte.
Se aman y se desaman por mis costillas amanecidas,
Se rompen y se mutilan.
Si esa es su naturaleza
déjame seguir siendo esta piedra
vencida por el tiempo.

Y digo, con estupor en el rostro:
No te afanes, estoy de paso.


OLEAJE

Para qué callar
tanto silencio arrepentido,
tanto amor a la deriva.
Bajo qué movimiento esa pálida muerte
llegará con sus arcabuces
a deshacernos del mundo.

Estas manos que aún esperan
caminar ilesas por algún lejano cuerpo,
quizá ese cuerpo
dondé irán a reposar de tajo.

Sombra,
río que fluye desvelado,
océano y lágrima.
árbol de hojas blancas sobre un viejo páramo,
ese oleaje es el amor de los hombres.

Para qué callar entonces
tanto amor a la deriva,
tanto río.


VIENTO DE ABRIL

Para Amparo Osorio.

El viento, ese antílope que rumia corazones
camina por el estribor de nuestras pieles
y deja con su voz aplacados los cedros.

La vereda fértil, la cordillera
se deshojan sus tibias manos
alcanzando las últimas horas de los días
en que dejamos de ser ese pedazo de hombre
y nos volvemos suyos, desamparados.

Cuando vamos de un lugar a otro, cuando somos
solo la herrumbre de la vida.
y sentimos como nos limpia el cuerpo
y abandonamos su mundo para poder lograrnos.

El viento, ese fuego que consume nuestros rostros
nos hace saber que estamos vivos
y que nunca abandonará la faz de la tierra
el viento, blanca sombra del día y de la noche.



CAMINO INTERIOR

Lo he hecho todo
Sembré un árbol donde no recuerdo
Escribí un libro que nadie ha leído
Y tengo un hijo que nunca veo.

Lo he llorado todo;
He llorado la muerte,el amor,el destino,
La miseria,el hambre,la distancia
Y ya no queda sal en ninguna lagrima

Acaso al fin lo he escrito todo:
Mil quinientos sesenta y nueve poemas con
Treinta y un centavos
Tres cuentos, dos ensayos, noventa y tres informes
Una renuncia
Siete cartas, once mensajes en la nevera,
Tres mentiras,
Cuatro grafitos,setecientas trece firmas incluida

La de la renuncia.
Un árbol, un hijo, un libro
un destino, un amor, una muerte
un hastío, un dolor, una cólera
he escrito todo mi desamparo.

Hellman Pardo.

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